martes, 2 de diciembre de 2008

Hildegard Von Binguen


Considerada la primera bióloga alemana, además de la primera médica y la primera feminista, Hildegard es sin duda, una de las mujeres más extraordinarias de la Edad Media europea. Hildegard Von Bingen nació en Bermersheim (Alemania) en el valle del Rhin, el año 1098 y en el seno de una familia noble alemana. Fue la menor de diez hijos, a los catorce años fue confiada para su educación a Jutta, hija del conde de Spanheim y reclusa en el monasterio de San Disibodo.Desde muy niña, Hildegarda manifestó un carácter enfermizo e imaginativo, así como visiones, que más tarde la propia Iglesia confirmaría como inspiradas por Dios. Estos episodios, descritos como una gran luz que la rodeaba, la dejaban muy mal e incluso la cegaban temporalmente.Sus padres preocupados decidieron entregarla totalmente al convento benedictino de Disibodenberg, que se encontraba bajo la órdenes de Jutta, quien se encargó personalmente de la educación de Hildegard. Así, tuvo un profundo aprendizaje en latín, griego, liturgia, música, oración y ciencias naturales y, además una disciplina ascética. A los dieciocho años, Hildegard toma los hábitos bendictinos. Solía decir que «se alimentaba de la Biblia» y que la música le era dictada durante sus visiones.En 1136, Jutta murió y Hildegarda —a pesar de ser muy joven— asumió la dirección del convento. A la edad de cuarenta y dos años le sobrevino el despertar religioso, el episodio de visiones más fuerte, durante el cual recibió la misión de predicar sus visiones y la comprensión religiosa que le había sido otorgada.A partir de ahí Hildegard escribe sus experiencias. De los nueve libros que escribió, se destacan Scivias, de corte místico-, Liber Vitae Meritorum, sobre ética, y Operatione Dei, sobre teología. Otro de sus libros, el Liber Simplicis Medicinae es importantísimo para la medicina, pues en él se hace un acercamiento a la ciencia de curar desde la perspectiva holística, incluyendo conocimientos de botánica y de biología. De la misma forma, el Liber Compositae Medicinae trata sobre las enfermedades, pero desde el punto de vista teórico explicando sus causas y síntomas.Hildegard no sólo se dedicó a escribir, si no que además compuso música gregoriana y escribió setenta y siete canciones aproximadamente, y una ópera Ordo Virtutum, por la cual se ha dicho que la compositora fue más allá de las normas de la música medieval otorgándole un nuevo lenguaje.Por esta época, un comité de teólogos del Vaticano legitimó sus visiones y sus mensajes, que para muchos eran predicciones del futuro, aunque ella lo negara y dijera que más bien era una proyección del presente. Tal fue su reconocimiento, que llegó a ser conocida como la Sibila del Rhin. En este momento, la gente la buscaba para escuchar sus palabras de sabiduría, para curarse o para que los guiara.En cuanto a su relación con la Iglesia, no siempre fue cordial, pues Hildegard atacó seriamente las costumbres de ésta y la denunció por corrupta y por no seguir los preceptos de compasión realmente. Además la desafiaba constantemente y, en una época en que no había duda de la culpabilidad de Eva, ella se limitó a decir que Eva no había cometido falta, sino que era una víctima engañada por Satán, quien le envidiaba su capacidad de dar vida. Por si fuera poco, se atrevió a visualizar el acto sexual como una unión espiritual que iba más allá de la procreación.La relación con la Iglesia alcanzó su crisis cuando Hildegard y las monjas del convento de Rupertsburgo que ella había fundado (se llama así por un santo del que ella escribió la biografía) dieron sepultura en el cementerio de su convento a un joven revolucionario, que había sido excomulgado por el arzobispo. Así, según la Iglesia, el joven no merecía santa sepultura, pero Hildegard insistía en que él se había arrepentido. Se negó a desenterrarlo e incluso hizo desaparecer cualquier rastro del enterramiento, para que nadie pudiera buscarlo.Este problema le acarreó a Hildegard y a todas las monjas a su cargo la prohibición de hacer música. Ella, muy molesta, le escribió al arzobispo una carta bastante dura en la que se lamentaba de la «pérdida» que esto significaba para todo el Rhin y además amonestaba a la autoridad eclesiástica.La Iglesia decidió perdonarla y pocos años después esta polifacética y mística mujer murió habiendo superado los 90 años de vida. Cuenta la tradición que a la hora de la muerte aparecieron dos arcos muy brillantes y de diferentes colores en el cielo. Hubo varias tentativas de canonizarla, y aunque esto nunca se llegó a dar, popularmente se la conoce como santa e incluso el papa Juan Pablo II la reconoció como «una mujer santa».

martes, 30 de septiembre de 2008

Sintesis :





Brujería es el conjunto de creencias, conocimientos prácticos y actividades atribuidos a ciertas personas llamadas brujas (existe también la forma masculina, brujos, aunque es menos frecuente) que están supuestamente dotadas de ciertas habilidades mágicas que emplean con la finalidad de causar daño.






La caza de brujas tiene su origen en la Inquisición, tribunal creado por el Papado para perseguir la herejía, pero que a partir del siglo XIV comenzó a prestar atención al fenómeno de la brujería. La principal acusación contra las brujas era la de adoración del Diablo, concretada ya en una obra clásica sobre el tema, el Malleus maleficarum ("Martillo de brujas"). Entre los siglos XVI y XVIII aparecieron numerosas obras de eclesiásticos y juristas acerca de este tema.


Aquelarres: La principal finalidad de los aquelarres era, sin embargo, siempre según lo considerado cierto en la época, la adoración colectiva del Diablo, quien se personaba en las reuniones en forma humana o animal (macho cabrío, gato negro, etc).


Según se creía, en los aquelarres se realizaban ritos que suponían una inversión sacrílega de los cristianos. Entre ellos estaban, por ejemplo, la recitación del Credo al revés, la consagración de una hostia negra, que podía estar hecha de diferentes sustancias, o la bendición con hisopo negro.[16] Además, casi todos los documentos de la época hacen referencia a opíparos banquetes (con frecuencia también a la antropofagia) y a una gran promiscuidad sexual. Una acusación muy común era la del infanticidio, o los sacrificios humanos en general.


Vuelo :Se atribuía a las brujas la capacidad de desplazarse volando a los aquelarres. Esta creencia se remonta, al menos, a la Antigüedad clásica, aunque a menudo fue vista con escepticismo .

La Brujería en la Edad Media








Brujería: conjunto de creencias, conocimientos prácticos y actividades atribuidos a ciertas personas llamadas brujas ( existen también la forma masculina, aunque en menor frecuencia) dotadas de ciertas habilidades mágicas que se emplean con la finalidad de causar daño.


La creencia en la brujería es común desde la más remota antigüedad, y las interpretaciones del fenómeno varían significativamente de una cultura a otra. En el occidente cristiano, la brujería se ha relacionado con la creencia en el diablo y ha dado lugar a lo largo del tiempo, principalmente en la Edad Media y Moderna, en su persecución y la celebración de numerosos procesos y ejecuciones de brujas, conociéndose el proceso como “caza de brujas”.
Durante la Edad Media, en Europa, las brujas eran denominadas maléficas, término proveniente del latín, aunque también se les designó con nombres como bruxas y meigas (en Galicia), sorguiña en euskera), etc.
El fenómeno de la brujería durante la Edad Media tuvo mucho que ver con el Cristianismo. Hay que señalar que si bien la actitud del Cristianismo con respecto de algunas prácticas mágicas, tales como la Astrología y la Alquimia, fue en ciertos momentos ambigua; la condena de la brujería fue explícita e inequívoca desde los comienzos de la religión cristiana. Durante la primera mitad de la Edad Media, la actitud eclesiástica ante este fenómeno no fue demasiado beligerante, sin embargo, en la Alta Edad Media se endureció la persecución hacia la brujería con la aplicación del derecho romano y la voluntad de erradicar todas aquellas prácticas relacionadas con el paganismo. La Iglesia comenzó a perseguir las herejías Cátara ( movimiento religioso-cultural de carácter gnóstico que se propagó por Europa Occidental desde mediados del s.X al XIII) y Valdense ( surgido en el s. XII, actualmente considerada evangelista o protestante, al que se unió en el s. XVI). Ambas concedían una gran importancia al demonio, y para estas comunidades cristianas él estaba personalizado en la Iglesia Romana papal, debido a sus grandes abusos. Los cátaros se referían a ella como “la prostituta”. para combatir estas herejías y la influencia en el pueblo, fue creada la Inquisición pontificia en el s. XIII. En el siglo siguiente comienzan a aparecer en los procesos por brujería las acusaciones de pacto con el Diablo, el primer elemento determinante en el concepto moderno de brujería.
A finales de la Edad Media empezó a configurarse una nueva imagen de la bruja, que tiene su principal origen en la asociación de la brujería con el culto al Diablo ( demoniolatría) y, por lo tanto, con la idolatría ( adoración a dioses falsos) y la herejía ( desviación de la ortodoxia). El primer proceso documentado por brujería tuvo lugar en Kilkenny, Irlanda en 1324-1325.
Se dieron variantes regionales en los procesos iniciados por brujería, pero se pueden mencionar características básicas, reiteradas tanto en las actas de los juicios como en la abundante literatura culta sobre el tema que se escribió en Europa en los s. XV; XVI y XVII. Las principales características atribuidas a la bruja de la Edad Media eran: el vuelo en palos, animales, demonios o con ayuda de ungüentos; encuentros nocturnos con el Diablo y otras brujas en el aquelarre (término procedente del euskera; reuniones en el campo, en zonas boscosas en las que participaba algún macho cabrío); pactos con el Diablo ( se atribuía a los acusados de brujería pactos firmados con marcas en el cuerpo); sexo con demonios y magia negra ( prácticas con fines maléficos tales como hacer morir o enfermar a otras personas o al ganado, o desencadenar fenómenos meteorológicos que arruinaban las cosechas)
Antecedentes de la brujería ya se conocieron en las antiguas Grecia y Roma. Por entonces estaba extendida la creencia en la magia; sin embargo, se distinguía entre distintos tipos de magia según su intención. La magia benéfica que solía realizarse públicamente por funcionarios estatales como los augures romanos; y la mala magia, de fines maléficos, practicada por hechiceras o maléficas de las que se creía que tenían capacidad para transformarse en animales, volar de noche, y que practicaban la magia tanto en provecho propio como por encargo de terceras personas; se dedicaban preferentemente a la magia erótica, aunque también eran capaces de provocara enfermedades y tempestades
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En la Edad Media el proceso de brujería tuvo que ver con incuestionables métodos de actuación de la Iglesia; se creó un temor-escarmiento en todos aquellos seres, principalmente mujeres que, de una forma u otra eran acusadas de tener una actitud poco ortodoxa y convencional. Normalmente se acusaba a personas de clase social baja y marginada, de medio rural y con poca capacidad y apoyo para argumental su defensa. La Inquisición se impuso tratando de ejemplarizar conductas no adecuadas y su consiguiente castigo, en la mayoría de los casos la quema en la hoguera o la horca; pero, al tiempo, y en aplicación de sus leyes, se afirmaba y mantenía que el no creer en la existencia de las brujas era un delito equivalente a la herejía.
Mª Esther Gómez Manjón 3º E.S.O